Algunas palabras

Los finales felices no existen
¿Quien cree en eso en realidad?
¿El amante perfecto?
Ojala
Los cuentos de hadas son solo para soñadores
pero...
¿Que seria de este mundo sin aquellos que vuelven los sueños en una gran verdad?

jueves, 24 de junio de 2010

Buscando una Solucion Inexistente

Titulo: Buscando Solución Inexistente
Página: Retos Ilustrados.
Retador: Usa-Tyrds

Así son las cosas, el destino; lo preestablecido. Pero no por ello baja la cabeza, sumiso, vulnerable, derrotado. Se obliga a sí mismo a mirar al frente, al mañana; aún con el eco de esas voces atroces que le piden conciencia, lógica—“No hay Solución”—Le repiten—“No hay nada”— Niega y ensordece.
Corre y grita en busca de respuestas, un algo, un consuelo. Cualquier cosa que le sostenga. Su mirada observa el vacio y estremece pero no llora ni se aflige, no como por dentro. Inundado y destruido. Sigue avanzando, cada paso es un infernal esfuerzo.

“Que la Esperanza muere al último” la suya murió mucho antes del intermedio. Lo único que queda es el egoísmo, Sí; porque tomar su mano pequeña y frágil negándose a dejarle ir es egoísta—“No busques más alternativas”—Estremece al sentir aquella oscura presencia, aplastante, inmortal; reduciéndole a tan solo retazos de lo que una vez fue—“Ya no hay nada que hacer”—Una pequeña sonrisa, cansada y afligida se dibuja en aquel pálido rostro y no puede evitar quedarse prendido en aquel gesto—“Nunca hubo nada que hacer”—Y queda suspendido en la nada ante aquella tajante y cruel afirmación.

Las primeras de las muchas lagrimas que ha de derramar de deslizan en picada, silenciosas, insoportablemente insoldables. Se termina el camino, el reloj ya no marcha. No hubo ni milagros, ni magia que ayudara. Sin respuestas y alternativas que acumulan penas al martirio. La última parada está montada, como escenario perpetuo al descenso. La acomoda entre sabanas blancas y reza para que no haya último aliento.

Un pequeño e insignificante quejido parece cortar ensordecedor el silencio momentáneo y le abruma, aplasta; el saber que había tenido una vida de ventaja. Aumenta la presión de sus manos como si fuese a retenerla, a evitar lo inevitable. Y la ve partir, como si todo ese tiempo se hubiera tratado de un efímero sueño y lo que antes era real, ahora parece intangible. Como humo que se eleva y pierde en lo eterno.
Un largo pitido golpea el eco de las cuatro pulcras paredes. El mundo se desmorona y no hay sobreviviente—“4:50 pm”—Cree escuchar y por fin baja la cabeza.

Nunca hubo nada más, que la plena seguridad de la muerte reflejada en su ahora apagada mirada

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1 comentarios:

Angelitoh dijo...

HoooLaaa!! Lindoooh blog (: me gusto mucho por favor pasa por el mio zsiip? (: cuidate espero qu e cheqes tu blog algun dia de estos cercanos jejej bueno te sigo y espero respuesta bye

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